Perder una batalla no es perder la guerra (II)


La vez pasada dejé en el aire la pregunta: ¿Quién dijo que perder una batalla es perder la guerra? refiriéndome a la forma en cómo a veces debemos ceder para conseguir más. Ese es el caso de la promoción de lectura en niños y adolescentes, éstos tienen una particular forma de ver la vida que no tiene por qué ser cómo nosotros la vemos y por ende, que nos obliga sin remedio a aproximarnos a sus gustos e inclinaciones, trabajar en su terreno. Si el asunto es que lean más, vuelve a aparecer ¿Qué lean más qué? Los clásicos de Don Quijote o La Iliada? La tradicional e inocente Caperucita de los Hermanos Grimm o la bandida y malvada niña de capucha roja que de modo genial creó el colombiano Triunfo Arciniegas? Sin duda, siempre será una decisión de los padres o de los docentes, por lo que éstos deben considerar cuál es el más apropiado en cada caso. En éstos reside la audacia para determinar con qué obras enganchar a los muchachos, sacarlos de ese limbo en que los tiene la televisión, los video juegos y los chats, tarea que por cierto no es nada fácil, ante todo porque las brechas generacionales son enormes y solo con mente abierta es que pueden vencerse, y luego, porque hasta el propio desconocimiento de lo que está de moda se vuelve en nuestra contra. Así pues, tenemos que ceder un poco para luego conseguir mayores logros. Cabe entonces preguntar: ¿Estamos dispuestos a despegarnos de viejas prácticas pedagógicas en aras de conseguir más lectores? ¿Incluiremos en nuestras bibliotecas obras poco (si no es que des) conocidas pero que tienen mayor receptividad en los jóvenes? Si al voltear a ver nuestros libros nos invaden las lágrimas porque ya no trabajaremos a Dante o a Shakespeare ni haremos que memoricen los Cantos a la muerte de mi padre de Manrique, entonces es ocasión de visitar las páginas WEB relacionadas con literatura contemporánea e ir a la librería más cercana, para en una franca disposición al cambio, brindar mayores opciones de lectura a nuestros muchachos que embelezados en los capítulos de Scared y The Playboy Mansión, esperan ansiosos que los saquemos de ese letargo.
soryady1@yahoo.es

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