¿Los libros una necesidad vital?
Dentro del limitado presupuesto familiar se incluyen desde los productos más primordiales como jabón para fregar los platos, hasta los más estrambóticos como un spray que promete acabar con los ácaros escondidos en nuestras almohadas. Lamentablemente, éste (salvo las valiosas excepciones) no incluye a los libros en sus largas listas de artículos infaltables dentro de nuestro hogar. Es como si éstos no ocuparan un sitial de honor dentro de nuestras necesidades primigenias. Un querido profesor de pre grado bromeaba el otro día, sobre los hechos acaecidos durante los “saqueos” del histórico veintisiete de febrero, en los cuales, para asombro de todos nosotros, y para risa de otros muchos, no se perdonaron carnicerías, abastos, distribuidoras de artefactos electrodomésticos, mueblerías, panaderías…(Uff! Quizás todo lo que termine en “ía” que tenga venta de víveres y enseres), pero se dejaron INTACTAS y por completo abandonadas a las “LIBRERÍAS”. Según él, en la ciudad capital podía verse p...