Lo bello y lo triste: una erótica venganza

 Llegué a esta novela gracias a un regalo de un buen amigo que además se esmeró en la dedicatoria (una de las mejores que me han hecho, por cierto). Empecé a leerla con entusiasmo, pero lo perdí rápidamente. Las razones son muy variadas: falta de tiempo, una promesa de erotismo que no veía llegar, pero sobre todo porque, sin razón aparente, en mi mente rondaba la pedante idea de que este premio Nobel no se comparaba a sus pares García Márquez o Saramago.

    Semejante prejuicio se cayó por completo cuando al fin retomé con el ritmo, interés y objetividad que exigía la obra. Lo bello y lo triste (Yasunari Kawabata, 1965) es una novela sosegada, que te va contando una historia de amor, desamor y venganza a cuentagotas, sin perder por un momento la belleza que de seguro se propuso su autor desde la primera línea.

    


    Si bien el erotismo hallado acá es muy sutil, no deja de ser entrañable. Además, no es el único gancho que emplea el relato; encontramos una narrativa en la que si no estás atento te pierdes, pues salta a otras escenas y/o épocas importantes para el desarrollo de la trama, pero sobre todo para construir la personalidad de los personajes, lo cual es muy importante para considerar a una novela brillante o no.

    De esta suerte, no solo el protagonista tiene un arco amplio que va desde lo canalla hasta la más absoluta vulnerabilidad, sino que su interés amoroso y eje principal de la novela, también presenta matices que nos corroboran la grandeza de la pluma de este Nobel de Literatura.

    La antogonista y ejecutora de la venganza, también está cimentada en muchos contrastes y requiere, por tanto, de especial atención si queremos entenderla y apreciarla en su justa dimensión.  

    Finalmente, merece una mención muy especial las descripciones de los ambientes: tan finamente dibujados, tan relevantes y hermosos como si toda la tragedia que los rodea fueran una sátira, una contradicción. Por todo ello y más, se puede concluir con total honestidad que esta novela es un deleite y debe saborearse con el gusto y contundencia de la venganza misma. 

Comentarios

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

El anillo (primera parte)

NIGHTSTAND: ¿UNA VISIÓN FACILISTA?

Un remake innecesario, pero valioso